domingo, 3 de enero de 2016

Notas dañadas

¿Extrañarías cada momento pasado?
¿Cada caricia?
¿Cada beso?
¿Cada suspiro?
¿Cada palabra?
¿Cada mirada?
¿Cada roce?
¿Cada aliento?
¿Cada gemido?
¿Cada comunicación sin palabras?
¿Las noches frías con abrazos calientes?
¿Las comidas quemadas?

Me rio, porque cada recuerdo me saca una sonrisa, un suspiro.

Pasa que cada recuerdo es tan fuerte que tan sólo con él puedo sentirme en el pasado y vivir una y otra el brinco de mi corazón al recordarte. Ahora que no te tengo aquí sólo me lleno de recuerdos que me hacen sentir como la primera vez, con cada recuerdo parece hacerse más fuerte.

Mi corazón late y se desboca tanto que se salta los latidos, un par de veces me asusto; pero luego recuerdo que eso es lo que provoca tu mirada en la mía, mi corazón falla y se siente bien; así de bien se siente recordarte.

Pero de mis favoritos están tus besos, esos que roban el aliento ¿recuerdas que no parábamos de besarnos? Eran suaves y fuertes, tan intensos y tu tan seguro de lo que hacías; incluso hoy mis piernas siguen temblando con el roce de tus labios. Debo admitir que nunca tengo suficiente de ellos, es algo vergonzoso de admitir pero necesito más de ellos, soy como una especie de adicta ¿me vas a culpar por eso? Espero que no sea tan molesto.

Por su puesto que tenía que hablar de esto, tú en mi piel, en lo más profundo de ella. Es tan intenso que incluso ahora puedo sentir el calor en mi interior. No me avergüenza ser tan débil ante tu recuerdo. No me avergüenza ser tan débil ante ti.

Sólo me avergüenza el hecho de lo antes era, ya no es; lo que te hacia reír, ya perdió el sentido; lo que parecía ser, ya no es; lo que te divertía, ya no parece; lo que te gustaba, ya no te agrada. Los ruidos molestan, las voces sobran, las palabras estorban, los gemidos son pocas veces necesarios, las explicaciones no existen, el vacío se llena y cada vez parece que estar a tu alrededor es incómodo.

La tensión de tu cuerpo es innegable ¿soy la causante de tan odiosa postura?

Los suspiros molestos se escuchan a millas de distancia ¿es necesario que el mundo escuche que no estas conforme conmigo?

La mirada de reproche no se cansa ¿no crees que las miradas dañan?

Las palabras que ahora te acompañan están llenas de prejuicios ¿es necesario rebatir cada cosa?

¿Cuándo ganar era la prioridad? ¿Ganar qué? ¿Cuál es el premio?